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CIRUGIA PSI

 

CIRUGIA PSI

Dr. Aldo Miguel Slepetis


La cirugía psíquica o psicocirugía que aquí brevemente trataremos es la cirugía mediúmnica; no confundirla con neurocirugía aplicable a ciertas psicosis, psicocirugía inaugurada en 1935, con la lobotomía prefrontal, por Egas Moniz.


La cirugía psi es la que aparentan practicar ciertos sujetos por medio de invocados recursos parapsicológicos; usan básicamente las manos (a veces algún utensilio auxiliar); no dejan rastros de incisiones ni cicatrices. Pretenden realizar ablación de tumores (benignos o malignos), de focos infecciosos, la eliminación de litiasis, de várices, hemorroides, etc. Ellos confiesan, al parecer, que sus procedimientos son poco exitosos en casos de fracturas óseas y lo mismo sucede con las inocentes verrugas.


Teóricamente este tipo de operaciones entraría en el campo de la psicocinesia o PK (metergia o telecinesia), o sea acción de la mente sobre la materia, sin intervención de energías físicas conocidas.


En general, estas operaciones consisten en masajear la pared abdominal u otra región del paciente, hacer surgir sangre de una presunta incisión (se exprime un algodón embebido) y presentar un tejido orgánico difícilmente identificable (que termina en algún canasto o recipiente).


Algunos estudios del líquido derramado dieron un grupo sanguíneo no coincidente con el del paciente; otros, sangre animal. Exámenes radiográficos "post-operatorios" demostraron que persistía la litiasis en su lugar, lo mismo que diversos tumores, como asimismo el apéndice vermicular. Estudios histopatológicos han revelado tejido animal (de gallina).


Algunos defensores a ultranza, todo lo explican: podría variar el carácter específico de la sangre durante estos fenómenos psi (se habla de procesos paraquímicos), podría haber modificaciones de los tejidos (atribuídos a procesos de desmaterialización y materialización).


Son célebres los operadores filipinos, con Antonio Agpaoa, alias Tony, a la cabeza (asistido por "Comforter", un ser espiritual). Más cercano a nosotros lo fue el brasileño José Pedro Freitas, alias Zé Arigó (guiado desde el más allá por el Doctor Fritz, muerto, decían, hacía fines de la Segunda Guerra Mundial), que practicaba operaciones oftalmológicas con un cuchillo de cocina.


¿Para qué señalar que todas estas cirugías son sin anestesia, que no se evalúa el riesgo quirúrgico, que no se producen infecciones operatorias, que los pacientes no quedan en una cama de post-operatorio? A lo único que se someten los pacientes es a la diagnósis mediúmnica (habitualmente el "cirujano psíquico" manifiesta percibir auras de distintos colores, con lo cual localiza el morbo y su naturaleza) y a la larga espera en ser asistidos (la diuturna espera en compañía de numerosos ansiosos y crédulos debe tener alguna trascendencia psicológica).


El quirófano puede ser una choza, un patio o la habitación de un hotel.

La evaluación de los resultados terapéuticos no puede hacerse por los métodos habituales, como hemos insinuado: análisis bioquímicos, exámenes radiográficos (u otros métodos de diagnóstico por imágenes), estudios anatomopatológicos, endoscopias, semiología, bioestadística. Sólo resta la evaluación subjetiva del paciente o la impresión subjetiva de los allegados. Acotamos que el llamado efecto placebo es mayor en las patologías graves o malignas.


En la mezcla de debilidades en la autocrítica, mecanismos sugestivos e ilusionismo de poco vuelo, está la clave de la cirugía psi.


Referencias:

Slepetis, A. M.; "Carcinoma broncogénico. Quimioterapia. Enfoque global". Arch. Arg. Tisiol. y Neum. 47 (1-4): 9-56, 1974.

Slepetis, A. M.; "Parapsicología", Orientación Médica, 24 (1116): 59-61, 1975.

Sleter, A.: "Curación Psi", Plaza & Janés Ed., Barcelona, 1976.



ABSTRACT:

PSI SURGERY

After a short explanation, Aldo Slepetis concludes that the key for psi surgery success lies in a mixture of weakness in self-criticism, suggestion and elemental legerdemain.


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