LA HOMEOPATIA ¿ES MEDICINA? Dr. Stephen Barret * (*) Psiquiatra de Allentown, Pennsylvania, EE.UU. Editor del Nutrition Forum Newsletter y coautor/editor de 21 libros sobre salud humana. Publicado en The Skeptical Inquirer Nº 12 (1987): pp. 56-62. Traducido del inglés por Iván Tiranti. Durante los últimos años se han vendido fabulosas cantidades de remedios homeopáticos. Sus promotores aseguran que son efectivos. Este informe resume una investigación realizada por el autor durante un año para la revista Consumer Reports de los Estados Unidos. La homeopatía comienza a fines del siglo XVIII, cuando Samuel Hahnemann (1755-1849), un médico alemán, comentó sus principios básicos. Hahnemann estaba preocupado por el uso de sangrías, purgas, sanguijuelas y de otros procedimientos médicos que hacían más mal que bien. Criticaba también las medicaciones con calomel (cloruro de mercurio) en dosis que producían envenenamiento. Luego desarrolló su "ley de semejanzas" que dice que los síntomas de la enfermedad pueden curarse con sustancias que producen síntomas semejantes en las personas sanas. La palabra homeopatía se deriva del griego homeo (similar) y pathos (enfermedad). Aunque estas ideas ya habían sido expuestas por Hipócrates y luego por Paracelso, Hahnemann fue el primero en presentarlas en forma sistemática. El y sus discípulos condujeron pruebas en las que administraban hierbas, minerales y otras sustancias a gente sana, incluyéndose ellos mismos, y tomaban registros sobre lo que observaban. Estos registros se compilaron luego en libros llamados materia médica que son usados para comparar los síntomas de un paciente con la droga "correspondiente". Hahnemann creía que las enfermedades representan una alteración de la aptitud del organismo para curarse a sí mismo y que sólo hacía falta un pequeño estímulo para el comienzo del proceso de curación. De acuerdo con esto y para evitar efectos tóxicos secundarios, hizo experimentos para determinar las dosis mínimas que igualmente tuvieran efectos positivos. Primero usó pequeñas dosis pero luego hizo grandes diluciones y concluyó que cuanto más pequeña era la dosis más poderoso era el efecto, un principio que llamó "ley de los infinitesimales". Esto es, por supuesto, justamente lo contrario de lo que piensan los farmacólogos modernos. Como indica el informe de un comité especial del Parlamento Australiano (1977): "Para cada droga existe una clara relación dosis-respuesta de manera que a mayor dosis mayor efecto... No existe un solo ejemplo en toda el área farmacológica en que la simple dilución produzca un aumento de la respuesta así como la dilución de un colorante no puede producir un mayor teñido, ni colocando menos azúcar se consigue aumentar la dulzura". REMEDIOS HOMEOPATICOS Las drogas homeopáticas se preparan así: si la sustancia es soluble, una parte se diluye en 9 ó 99 partes de agua y/o alcohol y se agita vigorosamen-te; si es insoluble se muele y pulveriza en proporciones similares con lactosa en polvo. Una parte de la medicina diluída se vuelve a diluir repitiéndose el proceso hasta que se llega a la concentración deseada. Las diluciones de 1 a 10 se designan con el número romano X (1X = 1/10, 2X = 1/100, 3X = 1/1.000, 6X = 1/1.000.000). Del mismo modo, las diluciones de 1 a 100 se designan 1C = 1/100, 2C = 1/10.000, 3C = 1/1.000.000. La mayoría de los remedios oscilan entre 6X y 30X. De acuerdo con las leyes de la física y la química, hay un límite a la dilución que puede hacerse sin que se pierda la sustancia original. Este límite, llamado "número de Avogadro" (6,023 x 10 23), corresponde a las potencias homeopáticas de 12C ó 24X (1 parte en 10 ). Hahnemann mismo consideraba que virtualmente no había ninguna posibilidad de que quedara alguna molécula de la sustancia después de las diluciones extremas; pero creía que la vigorosa agitación y la pulverización en cada paso de la dilución dejaba una "esencia" que curaba reviviendo la "fuerza vital" del cuerpo. Estas ideas nunca fueron aceptadas por los médicos con orientación científica, quienes consideran que los remedios homeopáticos son placebos (sustancias inertes). Debido a que los remedios homeopáticos eran realmente menos peligrosos que los de la medicina ortodoxa del siglo XIX, muchos médicos comenzaron a usarlos. A fines de ese siglo, en los EE.UU. solamente, había 22 escuelas y 14.000 practicantes, pero a medida que la ciencia y la enseñanza médicas fueron avanzando, la homeopatía declinó abruptamente, en particular en ese país, donde se cerraron sus escuelas o se convirtieron a métodos más modernos. La última escuela puramente homeopática de los EE.UU. se cerró en los años ’20, pero el Medical College de Hahnemann en Filadelfia continuó con los cursos homeopáticos optativos hasta fines de los ’40. Unos pocos graduados de otras escuelas de medicina moderna u osteopáticas se hicieron homeópatas por medio de cursos tomados en otros países, o por la constante práctica de la homeopatía. Los remedios homeopáticos tuvieron status legal por un Acta del Congreso de los EE.UU. en 1938, aprobando un proyecto del senador Royal Copeland, prominente médico homeópata. Un artículo de esa ley reconoció como drogas a todas las sustancias incluídas en la Homeopathic Pharmacopeia. Este libro, actualmente incluye más de 1.000 sustancias, y la base histórica de su incorporación no se debió a ensayos científicos sino a las "pruebas" homeopáticas que datan de 150 años antes. MERCADO ACTUAL La guía de 1985 del National Center for Homeopathy de Washington, EE.UU., contiene unos 300 practicantes autorizados, la mitad de ellos médicos y el resto compuesto de quiroprácticos, naturópatas, dentistas, veterinarios y enfermeros. Pero según Jay P. Bonerman de Pennsylvania, cuya familia ha estado comerciando con remedios homeopáticos desde 1910, habría varios cientos más que se consideran homeópatas y existen muchos médicos convencionales que, a veces, utilizan remedios homeopáticos. En Inglaterra, India, Francia, Alemania, la Unión Soviética y varios países donde la homeopatía es más popular, existen muchos practicantes más. Aparte de médicos, hay otros que practican la homeopatía incluso en consultorios ilegales. Algunas escuelas han ofrecido cursos por correspondencia y dan certificados y títulos de homeópata. Los consumidores interesados en el autotratamiento homeopático pueden obtener consejo a través de grupos de estudio, libros y cursos patrocinados por el National Center for Homeopathy. La mayoría de los homeópatas se basan todavía en materia médica para elegir entre los miles de remedios disponibles. Algunos utilizan instrumentos computarizados que, según dicen, facilitan la elección de los remedios según los órganos afectados del paciente. Los homeópatas "clásicos" que siguen estrictamente los métodos de Hahnemann, realizan una elaborada historia clínica del paciente para ajustar los remedios al individuo. Esta historia incluye preguntas comunes además de muchas otras sobre cuestiones emocionales, estado de ánimo, preferencias alimenticias y reacciones al clima. El remedio para síntomas de una parte del cuerpo puede diferir del correspondiente a otra parte con idénticos síntomas. Los "clásicos" prescriben una sustancia por vez, mientras que los otros recetan varias al mismo tiempo. Los remedios pueden conseguirse directamente de los médicos o de farmacias y droguerías que los venden directamente al público. Algunos se venden de persona a persona a través de compañías con mercadeo a varios niveles. Varias compañías venden conjuntos [kit ] de remedios caseros. Jay Bonerman opina que la venta de productos homeopáticos en los EE.UU. no pasa de los 15 millones de dólares anuales, la mitad de estos productos son fabricados por 5 compañías que están en el negocio desde hace unos 75 a 150 años. De acuerdo con los funcionarios de la FDA (Administración Federal de Drogas) los remedios homeopáticos comercializados por esas 5 compañías sirven para las necesidades de los practicantes legales. Según William G. Nychis, el experto en homeopatía de dicha oficina: "Estas drogas no llevaban etiquetas para uso de los consumidores porque estaban destinadas a los médicos, quienes hacen los diagnósticos, componen las recetas, y entregan los productos o hacen la prescripción para que la farmacia homeopática formule la receta. También las farmacias vendían algunos productos sin receta. Durante la última década las cosas han cambiado drásticamente. Han aparecido nuevas firmas que venden toda clase de productos a través de negocios de alimentos para la salud’, o directamente". Jay Bonerman admite que "hay un alto grado de insanía operando bajo el nombre de homeopatía en el mercado. Varias compañías no adhieren a los principios básicos de la homeopatía pero igual han estado vendiendo productos sin pruebas o ensayos y sin que estén incluídos en la Homeopathic Pharmacopeia, incluso combinaciones de esos productos sin ninguna base racional o legal. Algunos son, simplemente, falsos productos llamados homeopáticos por puro efecto propagandístico". Tal vez, la más descarada promoción fue la que hizo Biological Homeopathic Industries de Albuquerque, Nuevo México, que en 1983 envió un catálogo de 123 páginas a unos 200.000 médicos de los EE.UU. Entre sus productos figuraban BHI Anticancer Stimulating, BHI Antivirus, BHI Infarto y otros 50 tipos de tabletas contra enfermedades terminales. En 1984 la FDA obligó a esa compañía a suspender la distribución de sus productos y a bajar el tono propagandístico sobre otros autorizados. En setiembre de 1985, los agentes de la FDA y del Departamento de Salud de Pennsylvania incautaron drogas por unos 120.000 dólares, las cuales se vendían persona a persona por Probiotica Inc. de Reading y por su subsidiaria Homerica Inc. Esos productos se llamaban "Tranquilizador cutáneo", "Recargador del Poder Humano", y "Control del Dolor", y no se indicaba para qué servían, ni qué contenían, ni cómo se usaban. Hay por lo menos otras 10 compañías más que ofrecen remedios homeopáticos dudosos. Algunos ejemplos: "Arthritis Formula", "Hemorragia", "Herpes", "Gripe", "Cansancio", "Tos convulsa", "Cardio Forte", "Tónico del corazón", "Gonorrea", "Gusanos", "Cálculos". ESTADO LEGAL DE LA HOMEOPATIA En la mayoría de los estados de los EE.UU., cualquier médico o practicante puede ser homeópata con tal que su licencia incluya la facultad de recetar drogas. En Arizona, Nevada, y Connecticut, existen comisiones especiales que dan la autorización. La situación en Nevada es notable porque algunos de sus practicantes han conseguido sus licencias como homeópatas luego de que éstas les fueran suspendidas en otros estados por haber realizado falsas curaciones de cáncer. Las licencias otorgadas por las comisiones de Arizona están sujetas a reautorización por la Legislatura. El año pasado, cuando caducaba la autorización de la comisión homeopática, todos los homeópatas del estado se unieron con los negociantes de "alimentos para la salud" para presionar la la Legislatura. Para contrarrestar la idea de que no era necesaria la comisión dado el pequeño número de homeópatas del estado, el American Institute of Homeopathy (un grupo de unos 100 homeópatas clásicos) aconsejó a sus miembros solicitar licencia en Arizona "para mostrar que hay muchos doctores interesados en la práctica homeopática". De acuerdo con la National Health Federation, un grupo de industriales de "alimentos para la salud" apoyó la campaña. Cerca de 2.000 personas asistieron a las sesiones de la legislatura, y los legisladores recibieron cientos de cartas solicitando el licenciamiento de homeópatas. La ley que reautorizaba las licencias fue aprobada por unanimidad. La protección pública con respecto a las drogas se basa en una serie de leyes y reglamentos federales que requieren su inocuidad, efectividad y rotulación apropiadas; pero la FDA no ha aplicado estos requisitos a los remedios homeopáticos. Puesto que la mayoría de ellos contiene una indetectable cantidad de ingrediente activo, es imposible probar lo que dice el rótulo. Se presupone que son inocuos, pero al contrario de la mayoría de las otras drogas, no han sido ensayados científicamente en cuanto a su efectividad. Si la FDA requiriera tales pruebas la industria homeopática perecería, a menos que se pudiera persuadir al Congreso para que cambie la ley. La American Association of Homeopathic Pharmacists, un grupo de fabricantes homeopáticos, ha propuesto que los remedios queden en el comercio sin necesidad de recetas para su venta cuando se trata de enfermedades menores. Los remedios tradicionales homeopáticos usados para el tratamiento de enfermedades graves requerirían recetas firmadas por médicos y otros autorizados por la ley estatal para prescribir drogas. La FDA está considerando esta propuesta y editará una guía de procedimiento para los productos homeopáticos. En enero de 1986, la Comisión Examinadora Médica de North Carolina revocó la licencia del médico George A. Guess, el único homeópata del estado por "no haber conformado con los prevalentes y aceptables estándares de la práctica médica" (En mayo de 1987 un juez de condado revirtió esa decisión pero la Comisión apeló a una corte superior). El Dr. Guess es un graduado del Medical College of Virginia (1973) y fue autorizado a la práctica médica familiar entre 1976 y 1983. Pero en 1978 comenzó a practicar la homeopatía. Durante las sesiones de la Comisión, un colega testificó que si bien el Dr. Guess era inteligente y estaba capacitado para la medicina ortodoxa, "la homeopatía no es medicina, es otra cosa". La mayoría de los docentes de las escuelas de farmacia parecen opinar lo mismo. El año pasado envié un cuestionario a los decanos de 72 escuelas de farmacia de los EE.UU.. Respondieron 49 docentes. La mayoría informó que su Facultad no menciona la homeopatía y, si lo hace, es por su interés histórico. La "ley de semejanza" de Hahnemann no tiene un solo partidario y todos, menos uno, contestaron que la "ley de infinitesimales" era errónea. Casi todos concordaron en que los remedios homeopáticos no son potentes ni efectivos, excepto como placebos para dolencias leves. La mitad opinó que los remedios homeopáticos deberían prohibirse. INVESTIGACION HOMEOPATICA Probablemente, el mejor artículo sobre investigación homeopática sea el del profesor de bioquímica A. M. Scofield publicado en el British Homeopathic Journal, (1984, 73: 161 y 73: 211). Esta es su conclusión: "A pesar de la gran cantidad de trabajo experimental y clínico, hay muy pocas evidencias sobre la efectividad de la homeopatía. Esto es debido al mal diseño, ejecución e información de resultados, y a la falta de repetición del trabajo experimental, y no necesariamente debido a la ineficiencia del sistema, el cual todavía no ha sido investigado apropiadamente en gran escala... No es sorprendente, en vista de la calidad de la mayoría del trabajo experimental así como de su entorno filosófico, que este sistema médico no sea aceptado por la comunidad científica". Scofield advierte contra rechazar la homeopatía porque su base filosófica no concuerda con las premisas científicas aceptadas. Considerando que "algunos de los experimentos hechos sugieren que la homeopatía podría ser valiosa" recomienda que se hagan ensayos cuidadosos y controlados para seguir probando la homeopatía. Un estudio aparentemente bien diseñado fue publicado por la revista Lancet el 18-10-86: 56 pacientes alérgicos recibieron una preparación homeopática de mezcla de polen de pastos y presentaron menos síntomas que otros 56 que recibieron un placebo. Quedaría por ver si este tipo de resultado se repite. CONSIDERACIONES FINALES Durante mi prolongada investigación quedé impresionado por el afecto y la sinceridad de la mayoría de los homeópatas que entrevisté. Pero la principal cuestión es si la homeopatía es efectiva. En su número de enero de 1987 el Consumer Reports concluye: "A menos que las leyes químicas estén equivocadas, la mayoría de los remedios homeopáticos son tan diluídos que no pueden tener efecto terapéutico..." Los médicos consultados creen que "tal sistema de medicina encierra un peligro potencial, ya sea que las recetas provengan de médicos o de curanderos. Las drogas ineficaces son peligrosas cuando se usan para tratar enfermedades graves. Además, la automedicación puede ser azarosa. Usarlas para dolencias terminales o dolores no diagnosticados, en lugar de obtener la atención médica apropiada, podría ser peligroso, y aun fatal". Los principales homeópatas insisten en que sus remedios son efectivos y que la popularidad de su sistema y su persistencia son evidencias de su utilidad; pero la única manera para que la homeopatía sea aceptada por la comunidad científica es la demostración de efectividad por medio de experimentos repetidos y diseñados críticamente, con estricto control, para asegurar que no existan fraudes y distorsiones. Por más que la FDA considere que los remedios homeopáticos son benignos es necesario algún nivel de regulación para evitar que el mercado homeopático se salga completamente fuera de cauce. Nº 2 pags 5-6
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