BIORRITMOS y el momento de la muerte David Lester En este estudio, el autor --que pertenece al Programa de Psicología del Stockton State College (Nueva Jersey, EE.UU.)-- encontró que el momento en que acontecieron suicidios, homicidios y muertes naturales no se relaciona con los ciclos biorrítmicos de las víctimas. Los biorritmos supuestamente consisten en tres ciclos --físico, emocional e intelectual, de 23, 28, y 33 días respectivamente. Durante las fases positivas (la primera mitad de cada ciclo), se supone que las energías individuales son altas, mientras que durante las fases negativas (la restante mitad de cada ciclo), se supone que dichas energías son bajas. Se está en un día crítico cuando un ciclo cruza la línea basal durante la transición de una fase positiva a otra negativa, y viceversa. Como hay tres ciclos, puede haber días críticos simples, dobles, o triples. En los primeros 58 años y 68 días de la vida hay 4.006 días críticos simples, 312 días críticos dobles, 8 días críticos triples, y 16.926 días no críticos. La investigación sobre el momento de la muerte y los biorritmos no ha apoyado estas ideas. Dos revisiones recientes de la investigación concluyeron que la teoría del biorritmo parece ser inválida (Bainbridge, 1978; Hines, 1979). Por ejemplo, Wolcott et al. (1977) no encontraron relación entre accidentes y biorritmos, y Khalil y Kurucs (1977) no encontraron relación entre accidentes o muertes y los biorritmos. Se han publicado dos estudios sobre el suicidio, uno de los cuales alega haber encontrado una asociación entre los biorritmos y el comportamiento suicida. Dezelsky y Toohey (1978) informaron sobre 19 casos de suicidio de estudiantes, y no encontraron asociación con los biorritmos. D’ Andrea et al. (1984), en el Journal Of Nervous & Mental Disease informaron de una muestra más grande --993 suicidios-- y encontraron que en los días críticos ocurrían más suicidios que lo esperado. Sin embargo, ningún estudio empleó un grupo de comparación de muertes no debidas al suicidio. El presente estudio apuntó a replicar los resultados de D’ Andrea empleando grupos comparativos de víctimas de homicidios y muertes naturales. METODO Para el año 1982 se identificó cada suicidio y víctima de homicidio registrados en la oficina de Examinadores Médicos en Filadelfia. Por cada suicidio se tomó también la próxima muerte natural. El resultado fue 212 suicidios (edad media = 41,4 , SD = 17,3), 207 muertes naturales (edad media = 59,6 , SD = 18,4), y 353 víctimas de homicidio (edad media = 33,9 , SD = l5,9) de aquellos cuyos archivos estaban disponibles. Para cada sujeto se anotó la fecha de la muerte y la fecha del nacimiento, y se calculó el lugar del día de la muerte en los ciclos físico, emocional e intelectual. Se dispuso de los datos de 201 suicidios, 321 víctimas de homicidio y 190 muertes naturales. RESULTADOS Y DISCUSION Usando el test chi cuadrado para una sola muestra de Kolmogorov-Smirnov, las distribuciones de las muertes por suicidio no difirieron de lo esperado por azar en los ciclos físico, emocional, e intelectual. Las máximas discrepancias de las distribuciones en cuanto a lo esperado por azar fueron 2,8%, 3,1%, y 4,8% respectivamente, cuando el valor crítico para alcanzar la significación era 9,6%. En forma similar, las distribuciones de las muertes naturales no difirieron del azar para ninguno de los tres ciclos (máximas discrepancias 9,6%, 8,1% y 5,1% respectivamente con un valor crítico de significación de 9,9%), ni tampoco difirieron de lo esperado por azar las distribuciones de las muertes por homicidio (máximas discrepancias 3,5%, 3,6% y 4,7% respectivamente, con un valor crítico de significación de 7,4%). Los tests de chi cuadrado que comparaban los tres grupos de sujetos no alcanzaron significación estadística: para el ciclo físico x2 = 31,03 , df= 44, para el ciclo emocional x2 = 59,85 , df=54, o para el ciclo intelectual x2 = 90,93 , df=64. Siguiendo el procedimiento de D’Andrea et al., quien hipotetizó que los suicidios serían más probables en los días en que los 3 ciclos fuesen críticos, semi-críticos, o negativos, se encontró que el 25,1% de los suicidios, el 26,1% de las muertes naturales, y el 26,7% de las muertes por homicidios ocurrieron en esos días. Estos porcentajes no difieren del porcentaje esperado por azar, 24,7%, ni los tres porcentajes difieren entre sí (x2 = 0,15 , df=2). El presente estudio no encontró asociaciones significativas entre el momento de la muerte debida al suicidio y la variación sobre los ciclos del biorritmo. La introducción de grupos comparativos de muertes naturales y muertes por homicidio no cambian esta conclusión. Se debe concluir que las muertes por suicidio no muestran relación con la posición del individuo en sus ciclos biorrítmicos. De esta manera, el presente estudio no encuentra nada válido en la teoría del biorritmo. REFERENCIAS Anon., 1976. The Great International Math On Keys Book. Texas Instrument Learning Center. Bainbridge, W.S., l978. Biorhythms: Evaluating a Pseudoscience. Skeptical Inquirer, 2 (2): 40-56. D’ Andrea, V., D. Black, and N. Stayrook, l984. Relation of the Fliess-Swoboda Biorhythm Theory to Suicide Ocurrence. Journal of Nervous & Mental Disease, l72: 490-494. Dezelsky, T.L., and Toohey, l978. Biorhythms and the Prediction of Suicidal Behavior. Journal of School Health, 48: 399-403. Hines, T. M., 1979, Biorhythms Theory: Acritical Review. Skeptical Inquirer, 3 (4): 26-36. Khalil, T., C. Kurucs, 1977. The Influence of Biorhythms on accident Occurrence and Performance. Ergonomics, 20: 289-298. Wolcott, J., R. Memeekin, R. Burgin, and R. Yanowitch, 1977. Correlation of General Aviation Accidents with the Biorhythms Theory. Human Factors, 19: 283-294. Publicado en The Skeptical Inquirer, Summer 1990, Vol. 14. Traducido del inglés por Alejandro J. Borgo.
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