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EUROSKEPTICS

 

EUROSKEPTICS

Por Claude Benski


Como cada año, esta vez durante los días 4 y 5 de octubre de 1991, en Amsterdam, Holanda, tuvo lugar la reunión Euroskeptics. Se trata del coloquio anual de los escépticos europeos. Fueron seleccionadas doce conferencias para ser presentadas durante esos días a unos setenta participantes. Hay que decir que, a este tipo de conferencias, no concurren solamente escépticos. Críticos de éstos, y también algunos iluminados, suelen, a veces, intervenir en las discusiones que siguen a las ponencias. Y esta vez no fue la excepción. Voy a destacar, en particular, la charla fuera de programa del profesor Ertel, de la famosa Universidad de Gottingen.


Ertel sostiene que existe una correlación entre la "fama" de los atletas y la posición del planeta Marte en el instante del nacimiento de estos deportistas. Siguiendo al iniciador de esta hipótesis, el recientemente fallecido Monsieur Gauquelin, el cielo se divide en 18 sectores. Tres de estos sectores son "favorables"; los demás les corresponden al resto de los mortales. Todo esto sería gracioso si no fuera por el hecho de que Gauquelin ha sido traducido a unos diez idiomas. Y, sobre todo, si no fuera porque Ertel proviene de la prestigiosa universidad en la cual trabajaron antes de la segunda guerra casi todos los mejores físicos del siglo veinte, incluyendo a Einstein. En los Estados Unidos, además, goza de la admiración de numerosos astrólogos, de algunos científicos y del público en general.


La mayoría de las charlas fueron dadas por críticos de la pseudociencia de Europa y de los Estados Unidos. En general, las discusiones fueron animadas y siguieron, hasta muy tarde, en el bar del hotel en el cual los turistas "normales" trataban, vanamente, de adivinar a qué diablos se dedicaban en la vida esos curiosos personajes. Lo cierto es que los escépticos pertenecen a muchísimas profesiones. Hubo neurólogos, físicos, matemáticos, astrónomos, abogados, antropólogos, psicólogos y filósofos. Estoy seguro de que me olvido de alguna profesión. Ah, sí; ¡los magos!


La ocasión del congreso Euroskeptics siempre es una excelente oportunidad para encontrarse, durante dos días, con un ambiente crítico, dentro del cual, para variar un poco, uno puede dudar de milagros y de medicinas alternativas sin antes tener que andar justificándose por el atrevimiento a emitir una duda.


La presencia del CAIRP


El sábado 5 fue el turno de mi charla. Consistió en la descripción de los resultados de una serie de investigaciones, efectuadas por mis estudiantes de ingeniería en la Universidad de Grenoble. Desde hace un par de años adopté la idea, no muy original, de hacerles descubrir el método científico mediante investigaciones acerca de los temas favoritos de las pseudociencias: astrología, mitos y creencias populares, prejuicios enraizados entre los médicos, etc. Quizás algún lector reconozca en esto un método como cualquier otro de utilizar a la ciencia con fines lúdicos. No puedo negarlo: siempre creí que la ciencia era un jueguito en el cual el premio es el juego mismo y, a veces, poder entender un poco qué pasa. Como uno recibe un sueldo y cierta confianza de la sociedad, el jueguito tiene que tener alguna pertinencia social. Estoy convencido de que desenmascarar charlatanes es una buena parte de esa pertinencia. Es así como dos docenas de futuros ingenieros se pusieron a juntar datos, a analizarlos bajo los métodos estadísticos y a sacar conclusiones de los mismos. En total, investigaron ocho temas. No puedo describirlos todos, pero hay uno en particular que quisiera compartir con los lectores de El Ojo Escéptico.


Natalidad, la influencia de la Luna y los médicos de Grenoble


En Francia, el mito de la influencia de la Luna llena sobre los nacimientos sobrevivió a cuanto estudio detallado hubo; mostrando que esa influencia, si existe, no es detectable.

El último que conozco es un estudio realizado sobre más de cuatro millones de nacimientos. Estas encuestas muestran que las tres cuartas partes de los franceses opinan que ya no caben dudas acerca de la autenticidad de esta influencia. Ahora, la pregunta es: ¿Cuál es el grado de creencia de los médicos? La sospecha era la de que los médicos tendrían una posición más racional. Mis estudiantes interrogaron a los ocho médicos de la maternidad más importante de Grenoble. Les pidieron que, en una escala del 0 al 100 %, indicaran su convicción en cuanto a la influencia de la Luna llena sobre los nacimientos. Un cien por ciento correspondería al caso en que se afirmara que todos los nacimientos se producen durante la Luna llena. Ningún médico estimó que, al momento de nacer, la luna carece de importancia, según lo que todos los estudios señalan hasta ahora. La tendencia promedio, entre estos médicos, le otorgó a la luna una influencia del 36 %! Sin embargo, esto no es lo más sorprendente. Después de esta encuesta los estudiantes analizaron los 4.256 nacimientos de la misma clínica donde ejercían estos médicos. Usando métodos clásicos de la estadística los estudiantes se convencieron de que, al menos en esta maternidad, la luna no tuvo gran cosa que ver con los bebés. Armados de estos análisis, volvieron a ver a los médicos, para mostrarles los resultados, y preguntarles cuál era ahora su posición. Ciertamente, el promedio de creencia disminuyó, aunque en manera increíblemente pequeña: sólo hasta el 27%. Los médicos siguieron creyendo en sus mitos, a pesar de la evidencia en sentido contrario. Algo que me sorprende aún hoy, y que ocurre en el país que más se enorgullece por su racionalismo cartesiano.


(*) El doctor Claude Benski es licenciado en Física por la Universidad de Buenos Aires y doctorado en la Brandeis University. Es secretario general del Centro Francés para el Estudio de los Fenómenos Paranormales (CFEPP), corresponsal de El Ojo Escéptico en Francia y Miembro Consultor del CAIRP.


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