La terapia floral argentina Por Aldo Slepetis Dado el florecimiento actual, en nuestro medio, de la totalmente anticientífica terapia floral de Edward Bach, no llama demasiado la atención que aparezca un imitador que, conjeturamos, sueña con similar éxito. ¿Jorge Luis Raff no se habrá motivado primeramente por la semejanza fónica de su apellido con el del galeno oriundo de Museley? En 1991 publicó un libro con un título ligeramente egocéntrico: Flores de Raff (CS Ediciones), que se subtitula "Esencias Concientes Energéticas"; estos tres vocablos por separado son comprensibles perfectamente, pero unidos conforman un criptograma. Por supuesto que en el libro aparece una pista (pág. 26): Energía Conciente del Universo es el Todo; de donde nosotros colegimos que Esencias Concientes Energéticas serían algo así como esencias parciales del Todo. Pero en la página 17 --huyendo de nuestra algo clara deducción-- manifiesta que "son producto de una alquimia que articula bajo disposición de una carga energética cuyo origen no me pertenece y que actúa como una fuerza activa, y las propiedades esenciales con las que el Creador moldeó al Reino Vegetal y que actúan a modo de contención de esa energía, activándoles sus propiedades curadoras"; todo esto resulta ininteligible, acentuado por las fallas de sintaxis. En el prólogo, de Liliana G. Valenti, se encuentra "que es un breve tratado de Alquimia" y se alude a la "metapsiquiatría". Creemos que olvidó mencionar a la patafísica, la ciencia de las soluciones imaginarias imaginada lúdicamente por Alfred Jarry. Luego se nos aparece otra breve introducción de Daniel A. Glasserman, que cabalga en la "gabbalah" (cábala) refiriéndose al apellido Raff. En el primer capítulo, "El Principio de la Cura", Raff relata que un olivo le hablaba; el contenido de tal mensaje es una oscura mixtura de términos que sugieren religión, mística, poesía, pseudociencia. Un ejemplo: "Mientras esa voz me hablaba, podía darme cuenta de cómo mi atención se ampliaba mientras yo desaparecía". En el tercer capítulo sentencia que "La Astrología Médica fue de gran importancia en el diagnóstico, como arte y ciencia, para determinar las enfermedades a las que el hombre está predispuesto". En la página 26 recomienda seleccionar los remedios "por convicción lógica o por medios radioestésicos". En la última hoja --sin ningún afán comercial, suponemos-- se nos indica dónde adquirir las "flores de Raff". Ya hemos cosechado varios granos de muestra. Nosotros, parodiando al imitador de E. Bach, podemos expresar --¡después de haber realizado numerosísimos experimentos, por supuesto!-- que escuchamos una voz vegetal que nos sugiere que desaparezcamos. Nº 5 Pag 8
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