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ISAAC ASIMOV

 

ISAAC ASIMOV , 1920-1992

Por DR. RICHARD BRANHAM JR.


Isaac Asimov, nacido en la Unión Soviética, llegó a los Estados Unidos con sus padres cuando tenía tres años. Mostró ser un estudiante excelente, interesado en casi todo lo referido a la existencia humana pero, sobre todo, en la ciencia-ficción. Escribió su primer cuento, que nunca fue publicado, cuando tenía 18 años. Cuando obtuvo su doctorado en química en la Universidad de Columbia en Nueva York (1947), ya había escrito 60 cuentos, muchos de ellos publicados. En 1949 aceptó un puesto como profesor de bioquímica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y escribió, junto con dos autores, un texto universitario sobre la materia de su cátedra.

Pero en el año 1957 su pasión por escribir era tal que, aún reteniendo el puesto ad honorem de profesor y dando de vez en cuando charlas en la facultad, dedicó su vida a escribir artículos y libros de divulgación. Fue autor de más de 300 libros donde trató temas tan variados como astronomía, la Biblia, la regla de cálculo, Shakespeare, historia, medicina, literatura, entre otros. Su memoria era fenomenal y leía muchísimo. Una vez dijo que era capaz de escribir infinidad de libros con muy poco trabajo de investigación porque recordaba casi todo lo que había leído sobre el tema. Escribir era lo que más le gustaba en la vida.


Pero si Asimov sólo hubiera sido un profesor o un escritor, incluso uno con más de 300 libros en su haber, no lo estaríamos homenajeando en EL OJO ESCÉP-TICO. Muchos charlatanes han escrito montones de libros. Basta visitar cualquier librería para darse cuenta de ello. Y ser profesor, hasta profesor de bioquímica, no garantiza poseer razonamiento crítico. Algunos creyentes en el creacionismo científico --la doctrina según la cual el mundo fue creado en 7 días, con posterior diluvio universal, tal como reza el libro del Génesis de la Biblia-- también poseen títulos universitarios.

Asimov, como buen científico responsable, siempre estuvo preocupado por la paradoja que representaba el crecimiento de doctrinas irracionalistas en un mundo más y más tecnológico. Poseía un espíritu racionalista y, con otros científicos, fundó en 1976 el CSICOP (Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones sobre lo Paranormal). En nuestro país, el CAIRP refleja el mismo espíritu, que consiste en promover una actitud crítica ante las pretensiones de la pseudo-ciencia. Asimov cumplió un papel suma-mente importante, el de la divulgación popular de la ciencia. Un pueblo educado en metodología científica no es tan proclive al pensamiento pseudocientífico. La mejor manera de expresar el espíritu crítico de Asimov es usar sus propias palabras: "Para nosotros, que vivimos en un mundo racional, hay gloria en el esfuerzo por entender cuando todavía no existe conocimiento; hay belleza hasta en la incógnita más obstinada cuando reconocemos que ésta es opositora honorable de un mecanismo de pensar que ocupa solamente un kilo y medio, el cerebro humano... Cada generación nueva, cada cerebro nuevo, es un campo donde la razón puede crecer. Debemos presentar el punto de vista de la razón, no con la esperanza de reconstruir el desierto de mentes arruinadas y cerradas, sino educar e instruir mentes nuevas y fértiles. Además, debemos luchar hasta la muerte contra el intento por parte de los irracionalistas de usar el poder del Estado cuando no pueden derrotarnos con la razón".


Echaremos de menos a Isaac Asimov, el hombre de carne y hueso. Pero sus ideas y metas se quedan con nosotros.