CATASTROFISMO NUEVO ¿O CHARLATANISMO VIEJO? “Hercólubus y en qué terminaron las fantasías del señor Muñoz Ferrara” Por DR. RICHARD L. BRANHAM, JR. Jefe de Matemática, CRICYT, Mendoza, República Argentina Recuadros: ALEJANDRO C. AGOSTINELLI Con la llegada del tercer milenio son cada vez más frecuentes las predicciones de una inminente catástrofe universal. Algunos dicen que un planeta nuevo,al que llaman Hercólubus, se hará visible en 1994 y pasará cerca de la Tierra en 1999, causando grandes daños. Ciertamente, los astrónomos están buscando un planeta nuevo, el planeta X, y HAY además posibilidades remotas de un choque con un asteroide pequeño. Pero el planeta X, si existe, estaría más allá de Plutón y no representaría ningún peligro para la Tierra. Si bien no hay evidencia de que Hercólubus exista --salvo en la fantasÍa de algunos charlatanes-- las profecías envueltas en vestiduras científicas son bienvenidas por centenares movimientos neo-religiosos. Entre ellos, las sectas dedicadas al contacto extraterrestre, que se aprovechan del efecto de prueba documental para reafirmar sus creencias apocalípticas. La guerra fría ha terminado y con ella tal vez, la posibilidad de una catastrófica guerra nuclear que pusiere fin a la vida en nuestro planeta. No obstan-te, hay algunos que, al parecer, siguen necesitando algo para distraerse. Ahora ya no pueden contemplar, como en la novela y película La Hora Final, las calles desiertas de Melbourne después de la desaparición de la humanidad o, como en la película Doctor Insólito, a un general lunático lanzando los bombarderos nucleares contra la entonces Unión Soviética. Estos mal entretenidos de siempre, acaso recordando la película Cuando los Mundos Chocan (1951), que muestra en gran estilo Hollywood el fin de nuestro planeta al pasar otro muy cerca, cuando advierten que a guerra fría ha terminado y con ella existe en la ciencia una nueva teoría para explicar la extinción de los dinosaurios --el catastrofismo--, piensan que la Tierra está en peligro a causa de una colisión con otro planeta. Si muchos científicos creen que el impacto de algún objeto celeste ocasionó la muerte de los dinosaurios hace 65 millones de años, ¿no podría pasar lo mismo ahora? Pensándolo bien, nos estamos acercando al tercer milenio (el año 2001, no el 2000 como muchos creen; una dé-cada, un siglo y un milenio siempre terminan con un número par): ¿una ocasión para repetir el pánico que se adueñó de Europa cuando se acercó al segundo milenio, con las profecías de grandes tras-tornos en el planeta asociados con algunas interpretaciones de la Biblia? Muñoz Ferrara, un supuesto astrónomo chileno, asegura haber descubierto un planeta nuevo al que le da el nombre de «Hercólubus». Dice que se volverá visible en 1994 y pasará cerca de la Tierra en 1999. Dado que pesa 3,2 veces más que nuestro planeta, causará grandes daños; tal vez, la extinción de la vida... ¿Qué hay en todo esto? ¿Existe alguna razón para preocuparnos por el planeta Hercólubus? ¿Acaso no es verdad que los astrónomos están buscando otro planeta más allá de Plutón? ¿No podría ser Hercólubus ese planeta? Desde ya, podemos afirmar que NO. El planeta Hercólubus no va a pasar cerca de la Tierra ni en el año 1999 ni nunca porque no existe. Hercólubus es el invento de un aficionado a la astronomía. El señor Muñoz Ferrara no es un científico profesional y sus aseveraciones histéricas acerca del daño que va a causar el «planeta» Hercólubus (1) revelan lo siguiente: Que desconoce totalmente las leyes de movimiento de los astros. Que nada sabe sobre la metodología que se ha usado exitosamente para descubrir planetas nuevos, como sucedió con Neptuno. Que ignora el hecho según el cual la búsqueda sistemática realizada por astrónomos en el todo mundo no ha indicado la presencia de ningún planeta nuevo. Que hace mención de la geofísica de una manera que causaría risa a un especialista. En otras palabras, el señor Ferrara es un simple charlatán. La búsqueda del Planeta X Lo cierto es que algunos buenos astrónomos profesionales (entre ellos, nuestro país cuenta con el Ing. Pedro Zadunaisky, de la Universidad Nacional de Buenos Aires, y el Dr. Adrián Brunini, de la Universidad Nacional de La Plata) están buscando el llamado «Planeta X» (2). Estos astrónomos no están satisfechos con el comportamiento de las órbitas de algunos planetas. En particular la de Neptuno, donde todavía existen pequeñas discrepancias entre las posiciones calculadas en teoría y las posiciones que indican las observaciones. Una posibilidad es que hay otro planeta más allá de Plutón que está influyendo en el movimiento de Neptuno. Estas diferencias entre las predicciones teóricas y lo observable han sido importantes en la historia de la astronomía porque permitieron predecir la existencia de los planetas Neptuno y Plutón. Pero las diferencias son pequeñas, tan pequeñas que muchos astrónomos creen que se las debe atribuir a errores en las observaciones. Y no debemos olvidar que un planeta como Neptuno posee un período de revolución de 165 años, y para calcular su órbita nos tenemos que valer de observaciones del siglo pasado, menos precisas que las observaciones actuales. Por lo demás, los rastreos sistemáticos del cielo, incluyendo un examen de toda la bóveda celeste efectuada por Clyde Tombaugh, el descubridor de Plutón, y de registros en el infrarrojo del satélite IRAS, no indican la presencia de ningún planeta nuevo. De todos modos, si el Planeta X existe, estaría en las extremidades del sistema solar y no representaría ningún peligro para la Tierra. Si no tememos un choque con Neptuno ¿para qué tenerle miedo a un planeta que está situado en una órbita aún más alejada? Por lo demás, el planeta X no podría ser Hercólubus. Según Ferrara, este mundo se haría visible en 1994. Cuando pase cerca de la Tierra y tal vez choque con ella en 1999, tendrá una velocidad de 66 kilómetros por segundo. Estos datos permiten hacer una estimación de su distancia en 1990, año en que el señor Ferrara hizo sus declaraciones: 55 unidades astronómicas, 8.250 millones de km. Un planeta a esa distancia(3) y con el peso de 3,2 veces la masa de la Tierra no habría escapado a la búsqueda del Planeta X. Con semejante peso, además, su efecto gravitatorio sería notable sobre los otros planetas del sistema solar. He realizado cálculos personalmente con la computadora en CRICYT y los desvíos en la órbita del planeta Venus debido a Hercólubus serían detectables dentro de semanas. En el intervalo que media entre julio de 1990 y ahora habrían alcanzado tales niveles que los alma-naques astronómicos para este año ya tendrían serios errores. Demás está decir que nadie ha notado estos errores. La conclusión es sencilla: Hercólubus no existe, salvo en la fantasía del señor Muñoz Ferrara. Pero los que creen que se producirá el fin del mundo a causa de una inminente catástrofe celeste desean tener algún apoyo científico. ¿No es que los mismos astrónomos nos hablan de "catastrofismo"? ¿No eran muchos los científicos que creen que los dinosaurios desaparecieron debido a un gran impacto celeste? Claro, pero no un impacto con un planeta. Que los impactos celestes existen no cabe duda; para darse cuenta, basta con mirar la superficie de la Luna. En la misma Tierra existen restos de impactos celestes, siendo uno de los más importantes el cráter de Arizona, Estados Unidos, que mide más de 1 km. de diámetro. Pero es-tos impactos se deben a choques con meteoritos grandes, asteroides o cometas pequeños, no con planetas. Cayó piedra ¿Sería peligrosa una colisión con un asteroide? Sí, pero su peligrosidad depende del tamaño. Una colisión con un asteroide de unos 10 km de diámetro tendría efectos catastróficos globales. Muchos científicos piensan que fue un asteroide de este tamaño el que, hace 65 millones de años, terminó con el reino de los dinosaurios. Semejante impacto libera tanta energía que es capaz de trastornar seria-mente el balance ecológico de nuestro planeta. Pero es importante destacar que la probabilidad de una colisión con un asteroide grande es pequeña, tan pequeña que la última posiblemente ocurrió hace 65 millones de años. Y de todos modos, aunque esa colisión pudo ser la causa de la extinción de los dinosaurios, no terminó con la vida en la Tierra. Obviamente, nuestros antepasados sobrevivieron. La probabilidad de que ocurra una colisión con un objeto más grande --del tamaño de un planeta, por ejemplo-- es tan baja que ni vale la pena tenerla en consideración. Además, un estudio de la historia de impactos en otros cuerpos celestes, como la Luna o el planeta Mercurio, señala que no existe evidencia de esa clase de colisión. Sin embargo, la probabilidad de impacto con un objeto menor, como un asteroide de 1 km de diámetro, es mayor. Y con objetos más pequeños, más probable todavía. De hecho, cada día entran docenas de meteoritos en nuestra atmósfera. Por suerte, son tan pequeños que la mayoría se incendia y se destruye por la fricción con la atmósfera. Pero algunos, de vez en cuando, llegan a la superficie. En la provincia de Chaco, por ejemplo, hay un gran yacimiento de restos meteoríticos. Ni los más grandes, empero, tienen el tamaño suficiente para causar grandes daños. Cabe admitir que un impacto con un asteroide de 1 km de diámetro sería otra cosa, por cuanto podría causar daños de consideración. Aunque en una región muy localizada, tal colisión, desde luego, no representaría una amenaza para la vida terrestre. Con todo, hay que tener en cuenta que el 75% de la superficie de la Tierra es agua y sobran las regiones desiertas. Las posibilidades que existen para que uno de estos astros caiga encima de un centro poblado como Buenos Aires, por ejemplo, son remotas. De hecho, en julio de 1908 un objeto celeste --probable-mente un pequeño cometa-- chocó con la Tierra, pero en la despoblada región de Tunguska, Siberia, en Rusia. Quedaron devastados miles de kilómetros cuadrados de bosque, pero no hubo víctimas fatales. Algunos astrónomos han estimado la probabilidad de que se dé una colisión con un asteroide de ese tamaño como de 1 en 100 mil cada año. Entonces, habría una probabilidad del 50 % de sufrir un impacto con ese objeto en 69 mil años. No es una probabilidad despreciable, pero tampoco es tanto como para sufrir de insomnio. Por otro lado, si se detecta a tiempo el acercamiento del asteroide, existen medios para destruirlo lanzando cohetes con bombas de hidrógeno. En resumen, el catastrofismo moderno es una disciplina establecida que estudia la historia de las colisiones celestes. Aunque a veces suelta posibilidades que, a largo plazo, son poco tranquilizadoras, tampoco son alarmantes. ¿O usted perdería el sueño pensando en una colisión que ocurrirá dentro de 69 mil años, que tal vez ocasione desastres nada más que regionales? Esas posibilidades, en fin, no tienen nada que ver con la histeria de los que hablan de una catástrofe universal por el acercamiento de un inexistente planeta Hercólubus. EOE Referencias: 1) Ver, por ejemplo, revista Año Cero N° 1, julio de 1990. 2) Un juego doble de «X»: por ser el número en latín para «diez» (ese planeta sería el décimo) y por ser, además, el símbolo que en general usamos para designar la incógnita en una ecuación. 3) Una unidad astronómica es casi la distancia media de la Tierra al Sol, 150 millones de kilómetros. ABSTRACT With the approach of the third millenium the prophets of sloom and doom once more launch their predictions of universal catastrophe. Some saw that a new planet, Hercolubus, will become visible in 1994 and pass close to the Earth in 1999, causing enormous damage. It is true that astronomers are looking for a new planet, called Planet X, and that there exists a small probability of a collision with an asteroid. But Planet X, if it exists, lies beyond the orbit of Pluto and represents no threat to the Earth. A collision with an asteroid would not cause the extreme damage of that of a close approach by another planet. But there is absolutely no evidence that Hercolubus exists except in the fantasies of a few charlatans. Summarized in a separated frame is a report of the impact the fraud of Hercolubus has had in the argentine contactee movement. AL PIE DE LA LETRA El fin del mundo según Valentina Por Alejandro Agostinelli "Este sistema solar era binario. Intencionalmente, el megalomaníaco [N. de la R.: así le llama a Dios] apagó uno de los soles para utilizarlo como un elemento punitivo más. Su órbita de 6.666 años, se está tornando una elíptica ‘super-ultra-hiper’cerrada. Hace 12.000 años hundió la Atlántida, y hace 6.000 años inició la Era Adámica con los tan difundidos diluvios. Aprovechándose de este pasaje anterior, absorbió dos Lunas, dejando la que conocemos. La Luna de este planeta es un planetoide muerto. El sol apagado es imagen y semejanza de su creador. Está oscuro, mucho más que oscuro: negro, y se aproxima sigiloso como un ladrón, en lo tétrico de una noche cubierta por la mortaja. Y él viene...... Y él viene...... Y él viene......!!!!!! Para los no detallistas, observen que no de ahora, sino hasta en los puntos suspensivos y puntuaciones mayores, brindo enseñanzas. Sumadas las puntuaciones, dará el número completo de la ‘Bestia’ (6.666) (1 ). En su próximo pasaje, por que él viene...... No quedará ni siquiera un mosquito porque hasta él será aplastado. (...) A excepción de las *Lucecitas*, no quedará ni un pernilargo porque será ‘pernilargueado’. Nosotros, es bien posible que en un vuelo rasante saludaremos con un: Chau...... quédense con Dios...... Yo aviséee. Garantizo sí, que a la distancia asistiremos a la hecatombe. (...)" (1) Por suerte, a nosotros 6 + 6 + 6 + 6 todavía nos da 24. Extraído de La verdad sobre Dios, por Valentina de Andrade, Buenos Aires, 1989, pp. 174-175. LINEAMIENTO UNIVERSAL SUPERIOR “Némesis, la estrella vengadora” Por Alejandro Agostinelli Tras dar varios rodeos, el 13 de setiembre de 1990 Carlos José Calvo aceptaba recibirnos en el bunker central de la secta. Calvo --presidente del ahora popular Lineamiento Universal Superior (LUS)(1), que dirige desde su residencia en Londrina, Brasil, la Energía-Amor Materializada Valentina de Andrade-- se disculpaba señalando que, por experiencia, se había vuelto muy receloso con la prensa. En nuestro caso, la desconfianza estaba más que justificada: hacía ya tiempo que nos había visto participar en reuniones y asistir a varias conferencias del LUS y recién por esos días supo que éramos periodistas. De esa extensa entrevista reproducimos un fragmento, buen ejemplo del uso que hacen estos grupos de ciertas noticias aparecidas en las revistas pseudocientíficas con relación a las amenazas que vienen del cielo. -- Ustedes afirman que cierta clase de sol apagado se acerca a la Tierra, y que pronto va a chocar. ¿Qué es eso? ¿Una profecía, un vaticinio, o el resultado de una comunicación (de las individualidades cósmicas)? -- Cuando los conocimientos nos llegaron no sabíamos que los norteamericanos y los rusos ya estaban al tanto. Ahora, hay revistas que hablan del tema en forma directa. Es más: al sol apagado lo vienen investigando desde 1975; saben a la velocidad que viene --5, 1 km/seg.--, una velocidad acelerada y que va a chocar con la Tierra a 25 km/seg.; saben dónde está en este momento; saben el diámetro que tiene... Todo eso es científico. Y lo que más les llamó la atención es la órbita: 6.666 años. Estos son datos que ya están en manos de los científicos, que concuerdan perfectamente con lo que nosotros ya teníamos, sin saber que era así. Porque les voy a decir la verdad, voy a ser sincero: cuando me llegó ese conocimiento, de que la órbita era de 6.666 años, yo, que siempre fui muy escéptico para todas las cosas (nunca me dejé llevar, a no ser por lo que puedo tocar y ver), entonces me dije: ‘mmm... ¿esto será?’ El tiempo dijo que sí. Porque está comprobado que ésa es la órbita. -- Perdón, pero ese número... ¿qué significa? El sol apagado tiene una órbita de 6.666 años alrededor del otro sol. Eso ya fue descubierto. Lo llaman Némesis, la diosa vengadora. Fíjese el nombre que tiene. Va a terminar con todo el sistema solar. No es algo que decimos nosotros. Ya es sabido. Ya lo sabían los egipcios. Lo llamaban Rhá..." El reencuentro con Calvo tuvo lugar exactamente un año después, en el estudio del programa de Video Cable Enfrentados 2. El 13 de agosto de 1991, a través del diario Página/12, advertí-amos que el LUS, lejos de ser un grupito más de aficionados a los ovnis, era una secta destructiva que reclutaba fieles utilizando la creencia en los extraterrestres. Durante el debate se planteó que Valentina de Andrade, como tantos líderes de grupos apocalípticos, extorsiona a sus seguidores con la amenaza del fin del mundo. Entre los papeles que Calvo traía para reforzar sus argumentos, brillaba la portada de un ejemplar de Año Cero, el mismo que incluye el reportaje al astrónomo Muñoz Ferrara. (1) Ver "Valentina & Cía: De invasores a fugitivos"; EL OJO ESCÉPTICO N° 5, setiembre de 1992, Suplemento especial, pp. 1-9. (2) Consultar en la Videoteca del Cairp. GRUPO ALFA “Hercólubus... pero no tanto” Por Alejandro Agostinelli Un planeta dislocado se acerca peligrosamente a nuestro sistema solar. Pero esta cuestión es mantenida en el más riguroso se-creto con el fin de no despertar el pánico", escribía Anuar, una adepta del Grupo Alfa - Centro para el Hombre Nuevo, en Mensajes Cósmicos(1), la revista que edita Francisco Checchi, líder del grupo. No sin antes advertir que basa su informe en "estudios astronómicos", Anuar señalaba que "en su proximidad a la Tierra Hercólubus, producirá grandes alteraciones climáticas, erupciones, terremotos, y la Humanidad (...) será partícipe de innumerables transformaciones psicofísicas". El avatar no tiene por qué ser perjudicial por-que "este cuerpo que muchos esperan divisar en 1994", en realidad, puede ser tanto un destructor como un enviado. Además, "nadie comprendió a través del miedo, y mucho menos llegó al Cielo mirando el infierno". El espíritu del artículo, en suma, era reafirmar la amenaza pero, a la vez, bajar un poco la ansiedad. "Nuestra misión --prosigue-- es perseverar hasta el final, tratando de superarnos y mantener viva la oportunidad... y así quizá el paso de este gigante por el firmamento traiga una brisa que nos acaricie, mien-tras que en otros signifique una bofetada..." En otras palabras: si tú estás entre los elegidos, no tienes por qué temer. De hecho, el Editorial de ese mismo número se preguntaba: "¿Llegaremos al 2000? Y llegando, ¿sobreviviremos mucho tiempo más? (...) Esta civilización se dirige rumbo a la autodestrucción (...) Pero... ¿Hasta cuando? La tensión será tan grande que las armas nucleares estallarán algún día. Allí intervendrán los Hermanos Mayores y una Nueva Era comenzará." Entre los contactados platillistas argentinos la fábula de Hercólubus comenzó a debatirse a fines de 1990. Es por esta razón que, en un librito que editó el mismo grupo un año antes, el planeta maldito brilla por su ausencia(2). Allí, la visión del Apocalipsis es más difusa: Checchi se hacía eco de los pronósticos del grupo norteamericano Convergencia Armónica Internacional, vaticinan-do que el 17-9-99 se producirán "grandes cataclismos, guerras y caos desolarán el planeta, los centros de poder (grandes ciudades) son destruídas (guerras inundaciones, terremotos), una tercera parte de la humanidad muere, el remanente seleccionado permanece y comienza la transformación para la Nueva Era"(3). Pero ojo, porque, para los arúspices, las apariencias engañan. Si el final no llega y las cosas mejoran, será "pura ficción": las Tinieblas siempre tratan de confundir. No es que las profecías fa-llen (no, qué esperanza), lo que ocurre es que los acontecimientos se producen "en planos menos visibles", o sólo son perceptibles para "los auténticos seres de Luz". Ultimo momento: Desde diciembre pasado, Checchi decidió marcharse junto a sus incondicionales a un paraje denominado La Dorada, en Catamarca, para iniciar una vida en comunidad y "cumplir con la misión asignada"(4) . Sin embargo, no le quedará otro remedio que volver: el 11/11 pasado (fecha insinuante, si las hay), la escritora Ana M. Mancebo le inició a Checchi querella criminal. Entre otras cosas, la Sra. Mancebo lo acusa del delito de apropiación ilegal de los derechos de un libro suyo que --por imposición del demandado-- ha pasado a constituir literatura del culto. (1) Anuar; "Hercólubus: antes del terror, reflexionemos", en Mensajes Cósmicos, revista de la Nueva Era, Año 3, N° 15, noviembre de 1991, pp. 50-53. (2) Checchi, Francisco y Alfa, grupo; Ovnis, encuentros programados, 1ª edición, agosto de 1990. [Pero en la versión actualizada del librito Ovnis, Plan Cósmico y Evacuación en Argentina (diciembre de 1991), ya agrega al planeta Ajenjo o Hercólubus entre los "motivos para una evacuación" (pp. 13, y 18-19).] (3) Ver Ovnis, encuentros programados, pp. 71. No temáis, hermanas y hermanos: para el 17-9-92 también anunciaba la aparición del Anticristo, "gobierno coordinado por una corporación internacional"... ¡¡¡Si por lo menos hubiera sido reelecto Big Brother Bush!!! (4) Ver MC Año IV, N° 21, diciembre de 1992. BIENAVENTURANZA COSMICA “Para el día del juicio final, no olvidar velas “Ranchera” “ Por Alejandro Agostinelli No es fácil escuchar una palabra como la que estoy diciendo. A muchos no le entra. Porque parece un poco fantasiosa, ¿o no? (Pero) ¿es justo que ustedes, que vienen remando, que son conscientes, un loco nos haga explotar porque apriete el botón? Yo les pregunto, ¿es justo? (...) No, Entonces, Justicia es Plan de Evacuación: sacar a los hijos que hayan amado más y que hayan despierto... Y bueno, los otros hermanos tendrán que ir a Hercólubus... Y después esa gente volverá, después de 7 años. Eso es justicia..." (Clase del 16/1/92). "Hay muchas personas que rechazan a los extraterrestres pero tienen gran capacidad de amor. Esas personas van a ser eyectadas primero que nadie. Ahora bien, quien sepa del Plan Cósmico, de un plan evolutivo, como lo saben ustedes, y pidan a los cielos ver naves o que le pida ‘correte para allá, correte para acá a ver si me escuchaste’, [se refiere al ‘proceso de limpieza’] ni siquiera van a ser autoeyectados a Hercólubus, sino al planeta que viene atrás. ¿Está claro?" (Clase del 30/1/92). Clarísimo: el integrante que se conceda el beneficio de la duda va a ir de cabeza a un sitio mucho peor que Hercólubus --el nuevo ros-tro del Maligno-- "a repetir de grado". En ese lúgubre lugar, si todo marcha viento en popa, saldarás tus deudas kármicas. Ya lo sabés: una vez que fuiste elegido, zácate: imposible zafar. Ambos párrafos forman parte de las lecciones para acelerar la conciencia que se dictan en Bienaventuranza Cósmica, uno de los cultos platillistas menos conocidos hasta que Martín Verstand, del Cairp, ingresó al grupo a fin de observar su funciona-miento desde adentro. Las clases son dictadas por el ex cameraman Sergio de los Santos, quien dirige el "instituto" junto con Estela Molly, una de las tantas actrices enceguecidas por los flashes de la New Age. Los presentes --clase media, profesionales, jóvenes y adultos, algunos con problemas de salud-- eran alumnos "veteranos", la mayoría con más de un año de asistencia regular. De los Santos, salvo algunos matices, habla del mismo Final de los Tiempos que otros tantos grupos de contacto. Al Plan de Evacuación le llama "Plan Saras de Amor y Redención" y anuncia que "muy pronto" vendrán "los 3 días de oscurecimiento", previos a la "eyección" a las naves que responden a la Confederación Interestelar. ¿Cómo prepararse para ese infausto día? En la reunión del 16/1, no sin advertir que con esto no quiere atemorizar a nadie, pidió a los asistentes que tomen lápiz y papel y vayan juntando los siguientes elementos: "Mantas (va a ser muchísimo frío); calentador de alcohol (para tomar algo caliente); garrafa (no va a haber gas natural ni electricidad); Miel, chocolate; nuez, frutas secas; leche de soja, leche en polvo; aceite; cinta de embalaje (para las puertas y ventanas); porotos de soja, arroz integral (los van a energizar; lo van a cubrir con la mente y le van a pedir al Padre Creador que eso no se les abiche); agua energizada por ustedes (color verde, curativa, en bidones); velas (pueden ser las Ranchera, las más baratas, blancas)... (...) Las naves que van a bajar van a ser más grandes que la República Argentina; (comparadas) las de Spielberg van a ser naves exploradoras. (...) Yo les diría que de una forma calmada pero progresiva, vayan comprando. No sé si esto está claro... Calmado en cuanto a las ansiedades. Gracias a Dios, se les está advirtiendo esto. Ya saben. Compran. Punto. No estén con esto de los 3 días. Ya están cubiertos..." En un reciente programa de TV (ver recuadro “Jesús, piloto de combate”) se le señaló que chantajea a sus adeptos con el fantasma del final de los tiempos. Lo negó rotundamente porque lo suyo, dijo, es anunciar el inicio de una Nueva Era y de "una raza superior a esta nefasta raza aria". Tomemos nota de una última enseñanza "transmitida telepáticamente por el Maestro Jesús (...): Desobediencia igual soberbia. ¿Qué significa esto? ¿Desobediencia a Sergio? No, más bien. Desobediencia a la palabra cósmica que se transmita. O sea, dijo Jesús: ‘Si Noé hubiera desobedecido la palabra divina hubiera perecido bajo las aguas’. Bueno, es así. ¿Sí o no? Si se les dice ‘compren alimentos’, ¡compren alimentos!" Si desacatáis el alerta de los hermanos mayores (vía Sergio, obvio) pecáis de soberbia. ¿Se entendió? Nosiamosoli “El Apocalipsis aprieta pero no ahorca” Por Alejandro Agostinelli Los jóvenes hermanos Filipo y Giorgio Bongiovanni --herederos espirituales del contactado italiano Eugenio Siragusa y actuales vice-líderes de la secta ovni Nonsiamosoli-Fratellanza Cósmica-- protagonizaron el traspié cósmico más patético del final de los tiempos. En setiembre de 1987, el anciano líder de la Hermandad, inspirado en la noticia del descubrimiento de un "extraño objeto brillante" cerca de una supernova, revela que aquello es un "mundo artificial" que llegará dentro de 4 años y "no chocará contra la Tierra, sino que efectuará un giro orbital alrededor del planeta en sentido contrario al de su rotación", lo que provoca-ría "el calentamiento de la atmósfera, subiendo la temperatura hasta 120 º C". Dos años después, Giorgio, que a los 26 años ya era un fanático militante de la causa del profeta siciliano, entra en trance mientras se hallaba de turismo religioso en Fátima e inicia un progresivo "proceso de estigmatización". A partir de entonces, diversos medios sensacionalistas y pseudocientíficos prestaron cada vez más atención al mensaje del contactado hasta que la aventura comenzó a transformarse en un pequeño fenómeno social con eje en España, Italia y algunos países de América latina, especialmente en la Argentina y Uruguay(1). La señal más patente del fin de los tiempos eran las marcas de la crucifixión de Cristo en las manos de Giorgio. En noviembre de 1989, en una de las habituales charlas que mantiene con la Virgen María, ésta advierte a Giorgio que "el gran mazazo que se aproxima a la Tierra acaecerá exactamente dentro de 22 meses destruirá a todos los perversos, los asesinos de la vida, los creadores de guerras (...) y salvará, sin embargo, a mis parvulitos...". El mundo artificial ahora era un asteroide que aplastaría el planeta y la fecha del Apocalipsis, agosto de 1991. Los contactados no tenían gran-des pretensiones: entre otras minucias, el petitorio suscripto por la Confederación Galáctica exigía que los arsenales fueran destruídos y que la ONU adopte por constitución el Evangelio de Cristo. "Si no ocurre nada --diría luego Giorgio-- será la prueba de que la humanidad ha reaccionado positivamente y se ha reconciliado con Dios". Los siragusanos más radicalizados (sobre todo los españoles) se pertrecharon con agua, víveres y armas y se apresuraron a crear refugios bajo tierra, "las doce Arcas que no conocerán las aguas". Allí esperarían la prometida evacuación (2). Como el asteroide se retrasaba, un periodista se acercó a pedirle explicaciones. Caripétreo, Giorgio respondió que la cuenta regresiva que había finalizado en agosto "no era más que el tiempo útil que tenía la Humanidad para poder arrepentirse. Ya que no se arrepintió, desde ese día comenzó la fase final del Apoca-lipsis"(3). No todos quedaron satisfechos, menos los que se deshicieron de sus propiedades para autoabastecerse en los bunkers subterráneos. Pe-ro Ashtar Sheran no abandonó a los Bongiovanni y, de última, les tiró un huesito: el 2/7/91, tras el holocausto fallido, a las manos de Giorgio se le sumaron los pies, que también comenzaron a lu-cir los famosos estigmas. Como salida de la galera, aparecía esta nueva prueba, cuyo más que evidente propósito era revitalizar el ya desvencijado ánimo de sus seguidores. A diferencia de célebres estigmatizados que le precedieron, el de Fátima (desde el 28/5/92 ya exhibía marcas en su costado izquierdo) se ha negado a cualquier revisación médica. Clínicos que las observaron en video opinan que las heridas pudieron haber sido hurgadas para evitar que sanen e impacten más en el público(4). ¿Y el asteroide vengativo? Bien, gracias. (1) En nuestro país, la coordinadora nacional de Nonsiamosoli es la Sra. Rosa Paz Andello. Hicieron su primera presentación pública el 4/1/91 en el Centro Cultural San Martín. La filial local cuenta con sedes en Wilde, provincia de Buenos Aires, y en la ciudad de Santa Fe, donde también habrían preparado Arcas. Por otra parte, Uruguay es uno de los países donde Giorgio ha prometido esperar el final de los tiempos. (No desesperéis, hermanos del Oriente: como ha quedado demostrado, la palabra del profeta está un poco devaluada). (2) Carballal, Manuel; "Eugenio Siragusa y el fin del mundo", en revista Más Allá, Nro. Extra, setiembre de 1991, pp. 82-87. (3) Sierra, Javier; "Hermanos Bongiovanni: heraldos del fin del mundo"; en revista Más Allá N° 41, julio de 1992, pp. 30-40. En ese reportaje Giorgio cuenta que consiguió entrevistarse con los secretarios personales de Carlos Menem. Eran tiempos de Vicco, de modo que no hay que descartar que el ex-funcionario haya pretendido venderles leche podrida para los bebés de Orión. (4) Guijarro, Joseph; "El apocalipsis del cielo. Auge y caída de los hermanos Bongiovanni", 1992. Jesús, piloto de combate HUGO GARCIA * Ocupaban un lugar de privilegio. La cámara los tomaba recurrentemente, evitarlos era casi imposible. Ella, famosa actriz argentina. El, un ex camarógrafo de televisión. El tema a debatir: Ovnis, ¿verdad o mentira? Estaban invitados investiga-dores escépticos, periodistas, la actriz y el camarógrafo. Una de las conductoras susurró la pregunta. "Contáme, ¿cómo fue tu experiencia?". La actriz miró a cámara, se tomó tiempo para lograr el silencio del estudio y empezó su relato. "Yo estaba en mi casa, de repente aparecieron en la ventana, estaban allí, eran una energía, me iluminaron, me hablaban, no como hablamos nosotros, pero les entendía". --¿Estabas sola?, requirió la conductora. --No, me acompañaba mi marido. --¿Y qué te contaron? --Que hay que prepararse, que viene el final, pero que sin embargo ellos, los hermanos mayores, no permitirán que esto ocurra, que nadie apriete el botoncito rojo, y que si alguien lo intenta, Jesús bajará al comando de las naves (sic) y evitará el horror. Este relato, entre tantos otros, forma parte de la concepción mágica y religiosa que se quiere proponer a través del fenómeno ovni. El miedo a la muerte, el final apocalíptico que se acerca, funciona como fuerte presión psicológica sobre los seguidores de grupos pseudo-religiosos que ven en la vida extraterrestre la salvación del hombre. Suponer que los platos voladores son un problema de fe, o que la demostración de la existencia de extra-terrestres en la Tierra se comprueba con sólo creerlo, es, por lo menos, ingenuo; tal vez, peligroso. Las más importantes universidades del mundo, el proyecto SETI creado y conducido por astrónomos de la talla de Carl Sagan, demuestran que el mundo científico está convencido de la existencia de vida en el universo. Pero también es cierto que no hay comprobación científica alguna de la existencia de contactos del tercer tipo, y menos de haber sido visitados por "et" en el pasado. El manejo de la información, bastardeada por grupos pseudocientíficos creadores de leyendas incomprobables, ha convertido un hecho meramente científico en una cuestión de creencias, en un buen negocio que no sólo opera a través de los bolsillos, sino a través del alma de la gente. (*) Este recuadro debió publicarse junto con la nota central dedicada al tema ovni en la revista Descubrir N° 17, del mes de noviembre de 1992. Por razones de espacio el texto quedó inédito. EL OJO ESCÉPTICO agradece la gentileza de Hugo García, jefe de redacción de ese medio, que nos permitió su reproducción. Pags 6 a 14
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